Recinto Real - Zapopan

Experiencia negativa: Experimenté de primera mano la inseguridad del Recinto Real. A pesar de su afirmación de ser un lugar especial que ofrece todos los servicios en un solo lugar, descubrí que es un lugar muy peligroso. Al estacionar mi auto en su estacionamiento durante un servicio funerario, mis pertenencias fueron robadas sin que hubiera cámaras de vigilancia o protección real para los clientes. Aún más frustrante fue el hecho de que el personal no me brindó ningún apoyo o solución. Simplemente me ignoraron y se lavaron las manos, lo que demuestra un servicio al cliente deficiente y engañoso. Aunque entiendo que la inseguridad en la ciudad no es su responsabilidad, deberían garantizar nuestra seguridad dentro de sus instalaciones. Me sorprendió descubrir que el estacionamiento cuenta con cámaras de vigilancia, pero no graban. ¿Qué sentido tiene tenerlas si no pueden proporcionar evidencia cuando un delito sucede en sus instalaciones? Además, el personal de "vigilancia" es obsoleto e inservible, lo que pone en peligro a los clientes. No recomendaría contratar sus servicios funerarios debido a su falta de seguridad básica para sus clientes. La pérdida de mi ser querido ya era lo suficientemente dolorosa como para tener que preocuparme por la seguridad de mi vehículo dentro de sus instalaciones. Es hora de que Recinto Real tome medidas para mejorar la seguridad de sus clientes y no solo se preocupe por el dinero.

Experiencia negativa: Recinto Real se presenta como un sitio muy especial que ofrece todos los servicios en un solo lugar, pero en realidad es un lugar muy inseguro. Su estacionamiento no cuenta con cámaras que graben ni con vigilancia real que proteja a sus clientes, sus vehículos o sus pertenencias. Estando en un servicio funerario con ellos nos robaron nuestras pertenecías de nuestro auto en su estacionamiento y no nos brindaron ningún apoyo ni solución. Simplemente se lavaron las manos. Yo no los hago responsables por la inseguridad de la ciudad, pero sí de nuestra seguridad dentro de sus instalaciones. No es posible que en un lugar de este nivel y de estos costos no puedan brindar seguridad básica a sus clientes dentro de sus propias instalaciones. La pena de la pérdida de mi madre era suficiente como para todavía tener que estar preocupándonos de estar vigilando nuestros autos para que no los roben dentro de sus instalaciones, ya que ellos no los estaban vigilando. Resulta que sí tienen cámaras en su estacionamiento, ¡pero no graban!… entonces, ¿qué sentido tiene tenerlas?, ¿acaso su personal sale a preguntarle a cada individuo que abre una cajuela si ese es su auto o son sus cosas?, ¿Qué tipo de evidencia puedo yo llevar ante la policía cuando un delito sucede dentro de sus instalaciones? Voy un paso más allá, si alguien es visto a través de sus cámaras rompiendo el cristal de un auto y lo roba, ¿estaría el recepcionista dispuesto a salir y enfrentarlo arriesgando su propia integridad? Pues no hay nadie “preparado” que resguarde la seguridad del lugar como lo sería un guardia de seguridad, solo un recepcionista que, de cuando en cuando mira las cámaras para no aburrirse, las cuales no están en la recepción, si no en una oficina aparte, por lo que, para mirar las cámaras, tiene que dejar la recepción y viceversa. Su equipo de “vigilancia” aparte de ser obsoleto es inservible. A estas alturas la tecnología es tan avanzada y barata que con $2,000.00 pesos podrían tener 2 cámaras de vigilancia con resolución 2k con memoria incluida para que gabaran día y noche, con reconocimiento facial, de personas, mascotas y/o autos pudiéndose manejar desde el celular desde cualquier lugar. Cuando, por fin nos damos cuenta de que nos han robado (porque fuimos nosotros los que nos dimos cuenta, y no su “sofisticado” sistema de vigilancia), hablamos con el recepcionista que nada pudo hacer por nosotros, por lo que “escalamos” nuestro caso con uno de los encargados y este con su representante legal, una tal “Alma Ruiz” que no tuvo a bien ni siquiera comunicarse conmigo ni darme una respuesta de frente ni válida, ni siquiera una solución a corto o mediano plazo para futuras situaciones y clientes, simplemente no tomó responsabilidad de lo que está sucediendo en sus propias instalaciones. Cero empatía de su propia representante legal, simplemente nos “batearon” que al cabo, ya habíamos pagado. Hubiera sido muy diferente que me dijeran, “sentimos lo sucedido, pero aquí tiene la evidencia del robo para que la utilice para darle seguimiento con las autoridades pertinentes”. Ahí y me hubiera sentido respaldado de alguna manera. Pero ni guardia, ni cámaras, ni grabación, ni empatía… solo un: “pues no grabamos ni tenemos vigilancia” ¿Qué hubiera pasado si alguno de los visitantes se da cuenta de lo que está sucediendo? Supongo que estos miserables ladrones muertos de hambre están dispuestos a todo con tal de preservar su libertad y lo que nos están robando. ¿Qué pasa si es un menor de edad el que los descubre? Lo peor es cuando me entero que no es la primera vez que sucede y que incluso a los mismos empleados les han robado. Eso es hipocresía y descaro del más alto nivel: ni siquiera su gente les importa.

Experiencia negativa: Mi abuela falleció y mi familia y yo decidimos llevarla al Recinto Real para su servicio funerario. Pero lo que pensamos que sería un homenaje digno para ella, se convirtió en una pesadilla. Cuando llegamos al lugar, estacionamos nuestro auto en el estacionamiento, el cual resultó ser inseguro ya que no había cámaras de vigilancia que grabaran, ni personal de vigilancia. Dejamos nuestras pertenencias en el vehículo y entramos al edificio para el servicio funerario. A mitad de la ceremonia, regresamos al auto para encontrar que alguien había robado nuestras pertenencias. Tratamos de buscar ayuda en el personal de Recinto Real, pero no nos ofrecieron ninguna solución y se lavaron las manos del asunto. Fue decepcionante y frustrante que no asumieran ninguna responsabilidad por la seguridad de sus clientes. Lo que más me molestó fue que, además de la pérdida de mi abuela, ahora teníamos que preocuparnos por recuperar nuestras pertenencias y tratar con la policía. Aún más, descubrimos que no era la primera vez que sucedía, incluso los empleados habían sido víctimas de robos. ¿Cómo pueden ofrecer un servicio tan importante sin la debida seguridad? Me sentí traicionado y desilusionado con Recinto Real. No respetan las tradiciones mexicanas de hospitalidad y cortesía (que es su slogan publicitario), y no tienen ningún respeto por sus clientes y sus pertenencias. Su servicio al cliente es deficiente y engañoso, ya que parecen más interesados en tu dinero que en brindarte un servicio de calidad. En resumen, no recomendaría sus servicios funerarios a nadie.

Experiencia fantástica: Gracias por las atenciones

Experiencia fantástica: Un lugar bello en todos los sentidos arquitectónicamente, lleno de Paz. El personal en todo momento nos trato de una manera muy cordial y amable. Todo super limpio un lugar hermoso para despedir a un ser Querido. Con todos los detalles, la capilla hermosa y amplia. A mi familia y a mi nos queda un agradable sabor de boca con todo el servicio y el complejo.

Experiencia fantástica: Exelentes instalaciones y atención al clientes.

Experiencia fantástica: Una capilla de velación de muy bella arquitectura, bien cuidada, limpia y, con trato amable del personal. Un lugar adecuado para dar una despedida a los seres queridos.

Experiencia fantástica: El MEJOR lugar para despedir un ser querido,exelente todo, atencion, limpieza, instalaciones. Exelente